miércoles, febrero 17, 2010

Restos de Guerra

Su vestido, color escarlata, brillaba cada vez más, con gran intensidad. Sobre aquella piedra perfecta, de forma ovalada, un escenario para la bailarina, la pequeña bailarina. Sus pequeños y vírgenes labios extendiéndose sobre su suave rostro. El vestido de terciopelo se mecía de un lado a otro, con gracia y delicadeza. El escenario estaba listo, su audiencia la aclamaba para que hiciera su gran acto, los aplausos llovían fuertemente. Los nervios la succionaban, obligándola a esconderse detrás del telón de aire. Las olas del mar orquestaban el lugar, y su olor de frescura recorría la fina silueta de la bailarina. Todo se sentía tan seguro, sin importar lo que fallara su sonrisa permanecería, llena de felicidad. La pequeña, pero confiable, pista de baile poseía unos diminutos bultos en su superficie, mejorando el equilibrio al danzar, ya que la lluvia había humedecido la playa la noche anterior. Ya estaba lista, había practicado su rutina cientos de veces, cada paso es esencial, cada gesto de delicadeza es fundamental. El sol radiaba sobre su frente, llenándola de sudor, al igual a su audiencia de cangrejos y conchas rotas.
La playa, sucia y plateada, poseía grandes cantidades de objetos metálicos y añicos de buques; la tormenta había azotado intensamente unas cuantas frias noches anteriores. Una leve llovizna cayó sobre la bailarina mientras danzaba y recibía cumplidos de todos los seres marinos cercanos. Enamorada de sus emociones, ella seguía moviéndose como un disco sinfín; que siga danzando, no pares el tiempo, no detengas los pies. La mañana aún tenía una atmósfera sombría, siempre recordando a todos los cuerpos marchando hacia sus propias muertes, ingenuos defensores de la paz. Balas perdidas en el suspenso de la dulce playa, esta tierra muerta que ahora recobraba vida con cada zapateo. Bombas de venganza danzaban con ella, de un corazón ya vació, asesinado por su mente inocente. Sus pequeños pies bailaban al ritmo de tambores de guerra, explosiones e himnos de desesperación. Amelia gritaba de euforia, no podía parar, éxtasis en todo su cuerpo, ganas de volar, donde la verdad es mentira y el mundo está más cuerdo. Cada sonrisa aumentaba su ritmo, saltos de alegría realizaba sobre sus espectadores ermitaños.
Las olas explotaban sobre su escenario, como pólvora, dejando un suave rocío color plateado. Mandaba besos al aire, sonrisas al vació. Entonces reconoció a su madre corriendo hacia ella, con la boca abierta de gritos, parecía llena de energía, gritando frenética. Ella sabía que le había encantado el baile a su madre, mientras corría hacia ella. Con cada paso aumentaba la velocidad, no quería perderse el gran final. Amelia bailó más rápido y con un rostro más radiante cuando vio a su mamá corriendo como nunca hacia ella. La diminuta bailarina entonces reconoció la cara de angustia de su mamá, aterrorizada del inevitable porvenir. Entonces se escuchó un gran estruendo, un enorme sonido de destrucción proveniente justo del escenario de la bailarina del mar, acompañado por un temblor. Una lluvia de arena se elevó hacia los aires, una explosión, de dolor e ingenuidad, de ojos hacia atrás, de mirlos voladores, domando el cielo. Cuando terminó el acto algunos lanzaron rosas blancas, otros margaritas, hacia el pequeño cofre, de negro, de un beso, de un viejo, de un clero, con un par de zapatillas rosadas que nunca más se volvieron a mover.

15 comentarios:

Daniel Pérez Penagos dijo...

Perdón por la demora.. es sólo que tenía problemas técnicos... Espero que les guste.. Aunque pues.. no es que sea muy de San Valentin. Bueno, ése día ya pasó igual.

Raúl dijo...

El primer párrafo, el de presentación e incitación al resto del relato, está bastante bien logrado, Daniel.

Naia Marlo dijo...

Hola Daniel,

Opino igual que Raúl. En el resto del relato detallas muy bién lo que siente ella bailando, todas sus emociones y la angustia de su madre viendo la desgraciada situación.

Un abrazo muy sereno
Naia

Franzisko! dijo...

veo q me hiziste kaso en la etiketa....la pusiste con H jajajaj es broma, espero q te mejore y gracias x visitar mi blog....

pepa mas gisbert dijo...

Que triste es ver la inocencia destruida.

Un abrazo

Elena dijo...

En unos años, te habrás convertido en todo un artista de la pluma. Apuntas maneras.

Ángel dijo...

Hola! Gracias por tus comentarios =)
El texto es precioso. Cualquier otra palabra que intentara utilizar para describirlo lo estropearía todo. Sigue escribiendo así.

Naia Marlo dijo...

Hola Daniel,
Pásate por el espacio literario, La casa de Asterión. Puede que te guste mucho, ¡vamos yo creo que sí, te gustará!

Un abrazo muy sereno,
Naia

Feliz Domingo...

Mevalerym dijo...

A pesar de todo, creo, no hay que dejar de danzar.

Muy lindo.

Daniel Pérez Penagos dijo...

RAUL: Siempre me alegra hacer las cosas bien.. y si el resto lo piensa, perfecto también. Abrazos.

NAHAHYA: Lo importante del relato, como habras leido, eran sus emociones y detalles, así el lector se encariña y pues con el final, sabemos qué sucede. Besos Nahahya.

FRANZISKO: Jaja, lo mismo.

ALMA: Triste en verdad alma, besos.

ELENA: Jaja, me halagas, gracias elena, esperemos que pase algo así.. ansío mejorar. Besos.

ANGEL: Jaja, linda palabra para describirlo, muchas gracias, seguiré :)

NAHAHYA: Tienes un link?? es que no estoy seguro qué es lo que te refieres, la historia de borges?? o un blog o qué??

VALERY: Claro que no debemos parar, que el tiempo se agotaria y perderiamos el sentido. Gracias Val :)

Cuentista dijo...

Muy bueno daniel, veo por ahí que tienes dieciseis años. Pues tenemos pluma pa'rato, ¿no?.
Me alegro por ti. Seguiré leyéndote.
Con repecto al relatillo el alcohol nunca ayuda cuando debe. El no recordar bien era para restar importancia a las palabras exactas y dársela a las emociones...eso quería. Fue una noche larga.
Un anbrazo

Raúl dijo...

Dani, gracias por tu interés sobre Elefantiasis.
El libro saldrá a la venta calculo que a mediados del mes que viene. No tendrás problemas para adquirirlo desde tu país por internet. Puntualmente, ya te iré pasando la información acerca de dónde poder adquirirlo.
Gracias de nuevo.

Belén dijo...

Buen relato... es una pena que no pueda saber cuándo actualizas... si no te es mucha molestia, me puedes avisar por mail? así no ando tan perdida :)

Besicos

Anónimo dijo...

Ufffffffff!
Sin palabras, simplemente sin palabras.Me encantó la historia! casi lloro al final jaja

S.

Daniel Pérez Penagos dijo...

REQUIEM: Por supuesto que hay tiempo, y espero ir mejorando con el tiempo, seguiré esperando tus visitas. Abrazos.

RAUL: Estaré pendiente a las grandes noticias, abrazos!

BELEN: Me alegra que pienses así, mail, dámelo :) es que en tu informacion de perfil me metí pero piden unas preguntas extra;as :S Igual, con tus relatos, ya que escribes más que yo, podré irte diciendo, pero lo del mail me gustaria tenerlo también. Besos Belén.

S.: :) Siempre me emociono cuando la gente disfruta lo que escribo, y cuando puedo emitir emociones. muchas gracias!

Gracias por los comentarios!

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