viernes, noviembre 27, 2009

Al Perder Costumbre

Después de todo no es tan difícil como se lo habían prometido. Frey, de personalidad espontánea aunque seria en ciertos temas como la política, suspiraba con alivio al atravesar la puerta de su casa. Hace un tiempo que no respiraba aire puro. De costumbres, la mayoría de veces, puras y obedientes, de llenar el vaso hasta la mitad y ordenar los libros alfabéticamente. Su corazón latía, emocionado por lo nuevo, aunque su alma permanecía nostálgica por el pasado. Su hogar era desde hace tantas décadas esa vieja casa, de madera rota y sábanas empolvadas. Miró una vez más a la derecha, no se encontraba nadie. Pensó en las escaleras para poder tocar el pasto, parecían un gran abismo, una especie de acantilado, el cual él no seria capaz de saltar y sobrevivir. Las pestañas lo protegían un poco de los fuertes rayos solares, los cuales se reflejaban intensamente en sus pupilas dilatadas del sueño y pereza. Al largo tiempo de no lograr hacer nada en la vida es intimidante pararse y caminar hacia un nuevo camino, o quizás no tan nuevo, sino rescatándolo y apartando las madreselvas que éste posee. Los pies descalzos le darían una mejor perspectiva del tapete orgánico verde que se extendía hasta lo más lejos del horizonte. Mientras las montañas se llenaban de sublimes colores, causando sensaciones a los pocos privilegiados que podían disfrutar de tan majestuoso escenario. La mañana ya no era tan mañana, ni la tarde tan tarde, pero nunca nada es demasiado tarde para remediar las cosas. Sus palpitaciones aumentaban. Sus venas se englobaban con oxigeno, cada célula pareciera más colorida y con nuevas oportunidades. Las oscuras ojeras ocultaban secretos de una vida no tan llena, hasta un punto satisfecha. Los líquidos eléctricos le llamaban la atención y le agradaban a su paladar sobre cualquier otra cosa. Su vaca, vieja y destartalada como él, permanecía ahí, callada y muda; sin revelar lo ocurrido, como fiel profeta de residuos salivales.

1 comentarios:

M. dijo...

Me encanta como dices tanto cuando dices tan poco. Que tragedia ocurrio? Tus descripciones son impactantes. Las cosas mescladas dan un efecto que no consigo leer muy a menudo. De personalidad a descripcion, cambia, pero resuena un todo completo y compacto, aunque acompañado por un elipsis escondido.
Besos.

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